¿Cómo pueden los actores del sector minorista prepararse para el futuro de la gestión energética y dar lo mejor de sí mismos? Las empresas del sector minorista de la alimentación se han visto muy afectadas por el aumento de la factura energética. Esto ha tenido una serie de consecuencias, como la necesidad de subir los precios de los productos y, en algunos casos, cuestiona la disponibilidad general de algunos productos que consumen mucha energía (principalmente los ultracongelados). Así pues, esta explosión de los precios del gas y la electricidad en 2022 ha puesto en tela de juicio los métodos de funcionamiento históricos. Una solución que se plantea a menudo es la gestión dinámica de la carga. ¿En qué consiste exactamente? ¿Cómo pueden los minoristas aplicar la mejor estrategia? ¿Y qué más necesitan saber para prepararse?
¿Qué es la gestión dinámica de la carga?
La gestión dinámica de la carga es el proceso de satisfacer la demanda de desconexión de la carga por parte de los operadores de red. Puede lograrse reduciendo el consumo eléctrico de un edificio cambiando el momento del proceso (horneando antes, almacenando la producción fría) o reduciendo el confort en ese edificio (aumentando la temperatura interior reduciendo la climatización, reduciendo la iluminación, etc.).
En el contexto actual:
- Los precios del mercado de la energía se han disparado en 2022, con subidas que oscilan entre 5 y 10 veces según las condiciones de compra.
- Se ha pedido a los operadores de red (RTE, Elia...) que compensen la falta de disponibilidad de producción mediante el desarrollo de la capacidad de afeitado de los agentes industriales o terciarios. Este es el objetivo típico del plan francés EcoWatt.
Al garantizar el control centralizado (y automático) de determinadas instalaciones técnicas, los minoristas del sector alimentario pueden reducir considerablemente sus gastos energéticos y contribuir al mismo tiempo a los esfuerzos de reducción del consumo exigidos por las autoridades. A escala internacional, se acercan rápidamente los plazos para el ahorro energético fijado.
Qué tener en cuenta al aplicar su estrategia de ahorro energético
Estas soluciones sólo pueden alcanzarse en determinadas condiciones:
Implantación de un sistema de gestión de edificios
Las tiendas deben disponer de un sistema de gestión de edificios (BMS) que permita activar a distancia las instalaciones (principalmente aire acondicionado e iluminación que, a diferencia de los frigoríficos, no presentan ningún riesgo operativo). El BMS puede aportar una solución, siempre que los parámetros puedan modificarse fácilmente a distancia. En Francia, el Decreto BACS (Building Automation Control System) los hará obligatorios para las grandes instalaciones a partir de enero de 2025.
Implantación de un sistema de control
Las tiendas deben disponer de un sistema de monitorización y optimización de la energía (EMOS), preferiblemente centralizado, para agregar datos de muchas instalaciones. Esto es fundamental para poder realizar un seguimiento del ahorro de energía, orientar el potencial de ahorro energético y detectar cualquier actividad energética inusual, como las derivas.
Otros requisitos importantes
Su sistema debe incorporar:
- Señales de solicitudes de reducción de carga de los operadores de red.
- Datos meteorológicos para prever el consumo de las tiendas.
- Precios de mercado, que permiten el arbitraje basado en los mercados SPOT y el coste de utilizar unidades de reserva.
- Capacidad de modelado en tiempo real para el consumo en varios sitios.
Actuar con rapidez, incluso fuera de las instalaciones
El sistema centralizado debe permitir a los operadores enviar fácil e instantáneamente órdenes de funcionamiento (encendido/apagado, modificación de horarios, etc.) a numerosos centros agrupados según distintos criterios (por tamaño, región, marca, proveedor, etc.). Esto debería ser posible tanto de forma manual (centralizada o in situ) como automática (cuando el operador de la red solicite tales acciones).
Sistemas más inteligentes para ahorrar hormigón
El sistema de supervisión debe funcionar en bucle cerrado, es decir, debe asegurarse de que la orden enviada se ha recibido y de que se ha conseguido el ahorro previsto (la reducción del consumo), ya que de lo contrario no se puede calcular el valor del deslastre de carga. Por último, este sistema tendrá que definir una línea de base (el consumo que habría tenido el emplazamiento si no se hubiera aplicado la orden de deslastre de carga) para calcular con precisión el ahorro generado. Al igual que los contratos de rendimiento energético, el protocolo IPMVP sería perfectamente aplicable a este tipo de solicitud.
Puntos clave
- La subida de los precios de la energía está teniendo un gran impacto en los márgenes de la gran distribución.
- Hay que reconsiderar los métodos operativos.
- La gestión dinámica de la carga es una solución importante.
- Al centralizar y automatizar el control de determinadas instalaciones, los minoristas de alimentación pueden reducir los gastos energéticos.
- Para lograrlo, los minoristas deben disponer de un sistema de gestión y supervisión centralizado, aplicar los datos adecuados, facilitar la gestión externa de los centros y utilizar tecnologías que permitan predecir y visualizar ahorros energéticos concretos.